La banda oriental - Paloma Vidal
Una nena vive en la casita del fondo de una mansión de Punta del Este con su tía y un perro. Los dueños de la propiedad son brasileños y veranean en la costa uruguaya. La nena pasa las tardes alrededor de la pileta negra del jardín con el perro, mientras la tía se ocupa de atender a los dueños y a los invitados. El perro la sigue, la acompaña, la cuida. Juntos observan los movimientos de la casa. Los brasileños se juntan en el living a ver telenovelas. La nena no habla portugués, pero puede entender lo que dicen en la tele que se oye desde el jardín. Ella fantasea con viajar a Brasil, a ese lugar con las playas más lindas del mundo, donde la gente se viste de blanco y tiene la piel bronceada todo el año. Empieza a planificar su viaje al mismo tiempo que una nena de su edad es víctima de un femicidio.
Con un lenguaje extrañado llevado a la mínima expresión, una novedosa combinación de registros y una lógica teatral, Paloma Vidal nos atrapa con destreza en una historia de suspenso entre lo mágico y lo siniestro.
Una nena vive en la casita del fondo de una mansión de Punta del Este con su tía y un perro. Los dueños de la propiedad son brasileños y veranean en la costa uruguaya. La nena pasa las tardes alrededor de la pileta negra del jardín con el perro, mientras la tía se ocupa de atender a los dueños y a los invitados. El perro la sigue, la acompaña, la cuida. Juntos observan los movimientos de la casa. Los brasileños se juntan en el living a ver telenovelas. La nena no habla portugués, pero puede entender lo que dicen en la tele que se oye desde el jardín. Ella fantasea con viajar a Brasil, a ese lugar con las playas más lindas del mundo, donde la gente se viste de blanco y tiene la piel bronceada todo el año. Empieza a planificar su viaje al mismo tiempo que una nena de su edad es víctima de un femicidio.
Con un lenguaje extrañado llevado a la mínima expresión, una novedosa combinación de registros y una lógica teatral, Paloma Vidal nos atrapa con destreza en una historia de suspenso entre lo mágico y lo siniestro.
Una nena vive en la casita del fondo de una mansión de Punta del Este con su tía y un perro. Los dueños de la propiedad son brasileños y veranean en la costa uruguaya. La nena pasa las tardes alrededor de la pileta negra del jardín con el perro, mientras la tía se ocupa de atender a los dueños y a los invitados. El perro la sigue, la acompaña, la cuida. Juntos observan los movimientos de la casa. Los brasileños se juntan en el living a ver telenovelas. La nena no habla portugués, pero puede entender lo que dicen en la tele que se oye desde el jardín. Ella fantasea con viajar a Brasil, a ese lugar con las playas más lindas del mundo, donde la gente se viste de blanco y tiene la piel bronceada todo el año. Empieza a planificar su viaje al mismo tiempo que una nena de su edad es víctima de un femicidio.
Con un lenguaje extrañado llevado a la mínima expresión, una novedosa combinación de registros y una lógica teatral, Paloma Vidal nos atrapa con destreza en una historia de suspenso entre lo mágico y lo siniestro.