mejillón - cebra tiburón - sirena - Adrián Peñalver
La poesía de Adrián nos lo descubre no solo como joven promesa de nuestras letras: es sin duda uno de los escasos huérfanos de Cernuda.
Mejillón-cebra, eres tú que un día te sentiste tan diferente como una especie invasora, que dejaste atrás el pueblo para colonizar las calles de la capital, que iniciaste el viaje de anunciarle al mundo quién eres. Tiburón-sirena, eres tú que tuviste que defenderte de los alpha con garras, aletas y dientes, que luchas con crudeza para poder vivir como un ser fantástico, que en el fondo te reconoces alma frágil, mágica, iridiscente. Todo eso eres tú y esta historia es para ti que conoces el abisal abandono, que nadas ágilmente en los rincones más oscuros, que has tenido la valentía de conocerte y reencontrarte con la ternura.
La poesía de Adrián nos lo descubre no solo como joven promesa de nuestras letras: es sin duda uno de los escasos huérfanos de Cernuda.
Mejillón-cebra, eres tú que un día te sentiste tan diferente como una especie invasora, que dejaste atrás el pueblo para colonizar las calles de la capital, que iniciaste el viaje de anunciarle al mundo quién eres. Tiburón-sirena, eres tú que tuviste que defenderte de los alpha con garras, aletas y dientes, que luchas con crudeza para poder vivir como un ser fantástico, que en el fondo te reconoces alma frágil, mágica, iridiscente. Todo eso eres tú y esta historia es para ti que conoces el abisal abandono, que nadas ágilmente en los rincones más oscuros, que has tenido la valentía de conocerte y reencontrarte con la ternura.
La poesía de Adrián nos lo descubre no solo como joven promesa de nuestras letras: es sin duda uno de los escasos huérfanos de Cernuda.
Mejillón-cebra, eres tú que un día te sentiste tan diferente como una especie invasora, que dejaste atrás el pueblo para colonizar las calles de la capital, que iniciaste el viaje de anunciarle al mundo quién eres. Tiburón-sirena, eres tú que tuviste que defenderte de los alpha con garras, aletas y dientes, que luchas con crudeza para poder vivir como un ser fantástico, que en el fondo te reconoces alma frágil, mágica, iridiscente. Todo eso eres tú y esta historia es para ti que conoces el abisal abandono, que nadas ágilmente en los rincones más oscuros, que has tenido la valentía de conocerte y reencontrarte con la ternura.