Peregrinaciones. Mis viajes por Europa - Carmen de Burgos
Edición de Concepción Núñez Rey.
Viajar fue una de las pasiones de Carmen de Burgos. Desde 1905 emprendió frecuentes recorridos por Europa y por algunos países de América, que no solo alimentaron su extensa labor narrativa, sino que dieron lugar a centenares de artículos en la prensa junto a una serie de magníficos libros de viajes. En la observación de los diferentes espacios se funden siempre la mirada reflexiva o la emotiva con un filtro estético, expresión de su amplia visión del mundo. En Peregrinaciones, Carmen de Burgos recoge la gran aventura que vivió en el verano de 1914. Su meta, esta vez, la llevaba hasta los países escandinavos, para alcanzar a ver, en el límite de Europa, el espectáculo del «sol de medianoche». Se trataba de un proyecto viajero muy ambicioso, cuyo recorrido se iniciaba en Suiza y había de acabar en Rusia de regreso de Cabo Norte, pero el estallido de la Gran Guerra trastornó ese regreso, de modo que se convirtió en dos viajes: uno recorrió el paraíso en el camino de ida, y el otro atravesó el infierno en el de vuelta. El gran valor de sus páginas se funda en el lúcido testimonio que nos ofrecen sobre la Europa de su tiempo.
Edición de Concepción Núñez Rey.
Viajar fue una de las pasiones de Carmen de Burgos. Desde 1905 emprendió frecuentes recorridos por Europa y por algunos países de América, que no solo alimentaron su extensa labor narrativa, sino que dieron lugar a centenares de artículos en la prensa junto a una serie de magníficos libros de viajes. En la observación de los diferentes espacios se funden siempre la mirada reflexiva o la emotiva con un filtro estético, expresión de su amplia visión del mundo. En Peregrinaciones, Carmen de Burgos recoge la gran aventura que vivió en el verano de 1914. Su meta, esta vez, la llevaba hasta los países escandinavos, para alcanzar a ver, en el límite de Europa, el espectáculo del «sol de medianoche». Se trataba de un proyecto viajero muy ambicioso, cuyo recorrido se iniciaba en Suiza y había de acabar en Rusia de regreso de Cabo Norte, pero el estallido de la Gran Guerra trastornó ese regreso, de modo que se convirtió en dos viajes: uno recorrió el paraíso en el camino de ida, y el otro atravesó el infierno en el de vuelta. El gran valor de sus páginas se funda en el lúcido testimonio que nos ofrecen sobre la Europa de su tiempo.
Edición de Concepción Núñez Rey.
Viajar fue una de las pasiones de Carmen de Burgos. Desde 1905 emprendió frecuentes recorridos por Europa y por algunos países de América, que no solo alimentaron su extensa labor narrativa, sino que dieron lugar a centenares de artículos en la prensa junto a una serie de magníficos libros de viajes. En la observación de los diferentes espacios se funden siempre la mirada reflexiva o la emotiva con un filtro estético, expresión de su amplia visión del mundo. En Peregrinaciones, Carmen de Burgos recoge la gran aventura que vivió en el verano de 1914. Su meta, esta vez, la llevaba hasta los países escandinavos, para alcanzar a ver, en el límite de Europa, el espectáculo del «sol de medianoche». Se trataba de un proyecto viajero muy ambicioso, cuyo recorrido se iniciaba en Suiza y había de acabar en Rusia de regreso de Cabo Norte, pero el estallido de la Gran Guerra trastornó ese regreso, de modo que se convirtió en dos viajes: uno recorrió el paraíso en el camino de ida, y el otro atravesó el infierno en el de vuelta. El gran valor de sus páginas se funda en el lúcido testimonio que nos ofrecen sobre la Europa de su tiempo.