Una sombra entre los dos - Elisabeth Mulder
Cuando se nos ha ocultado buena parte de la obra literaria y artística producida en el primer tercio del siglo XX, aquella escrita por mujeres, reeditar Una sombra entre los dos es descubrir que durante décadas nos han dejado huérfanos de una novela de ejecución impecable, que se adelantó a su tiempo en cuanto a técnicas narrativas, elogiadas y muy reconocidas en autores posteriores, y que ofrece una visión de la realidad desde un punto de vista novedoso, el de la mujer. Una visión muy diferente de lo que, incluso, la sociedad moderna actual parece tener claro que es la novela escrita por mujeres. La intención de Elisabeth Mulder con esta obra no es tanto reflejar la situación concreta de la mujer en el hogar o la de reivindicar un estado de igualdad como ciudadana, sino la de mostrar la postura real de una sociedad que, aunque parecía haber avanzado a pasos agigantados respecto a la normalización de la mujer en los distintos ámbitos sociales, sin embargo se revelaba como un espejismo, una sombra que se desvanece en el momento en el que nos acercamos a ella. Elisabeth Mulder pretende evidenciar lo falso. Aunque escrita en 1934, esta novela, nos retrata una realidad de lo más actual. Cada vez son más las Patricias que toman las calles gritando con fuerza para dar testimonio de un estado político y social que se disfraza de justo, equitativo, paritario, pero cuya hipocresía se descubre en cada asesinato por violencia de género, en cada agresión sexual, laboral, cotidiana… Casi un siglo separan a la mujer de hoy de la protagonista de Una sombra entre los dos, un siglo que, tal y como nos revela su autora, parece definirse más que por cien años, por un próximo ayer.
Cuando se nos ha ocultado buena parte de la obra literaria y artística producida en el primer tercio del siglo XX, aquella escrita por mujeres, reeditar Una sombra entre los dos es descubrir que durante décadas nos han dejado huérfanos de una novela de ejecución impecable, que se adelantó a su tiempo en cuanto a técnicas narrativas, elogiadas y muy reconocidas en autores posteriores, y que ofrece una visión de la realidad desde un punto de vista novedoso, el de la mujer. Una visión muy diferente de lo que, incluso, la sociedad moderna actual parece tener claro que es la novela escrita por mujeres. La intención de Elisabeth Mulder con esta obra no es tanto reflejar la situación concreta de la mujer en el hogar o la de reivindicar un estado de igualdad como ciudadana, sino la de mostrar la postura real de una sociedad que, aunque parecía haber avanzado a pasos agigantados respecto a la normalización de la mujer en los distintos ámbitos sociales, sin embargo se revelaba como un espejismo, una sombra que se desvanece en el momento en el que nos acercamos a ella. Elisabeth Mulder pretende evidenciar lo falso. Aunque escrita en 1934, esta novela, nos retrata una realidad de lo más actual. Cada vez son más las Patricias que toman las calles gritando con fuerza para dar testimonio de un estado político y social que se disfraza de justo, equitativo, paritario, pero cuya hipocresía se descubre en cada asesinato por violencia de género, en cada agresión sexual, laboral, cotidiana… Casi un siglo separan a la mujer de hoy de la protagonista de Una sombra entre los dos, un siglo que, tal y como nos revela su autora, parece definirse más que por cien años, por un próximo ayer.
Cuando se nos ha ocultado buena parte de la obra literaria y artística producida en el primer tercio del siglo XX, aquella escrita por mujeres, reeditar Una sombra entre los dos es descubrir que durante décadas nos han dejado huérfanos de una novela de ejecución impecable, que se adelantó a su tiempo en cuanto a técnicas narrativas, elogiadas y muy reconocidas en autores posteriores, y que ofrece una visión de la realidad desde un punto de vista novedoso, el de la mujer. Una visión muy diferente de lo que, incluso, la sociedad moderna actual parece tener claro que es la novela escrita por mujeres. La intención de Elisabeth Mulder con esta obra no es tanto reflejar la situación concreta de la mujer en el hogar o la de reivindicar un estado de igualdad como ciudadana, sino la de mostrar la postura real de una sociedad que, aunque parecía haber avanzado a pasos agigantados respecto a la normalización de la mujer en los distintos ámbitos sociales, sin embargo se revelaba como un espejismo, una sombra que se desvanece en el momento en el que nos acercamos a ella. Elisabeth Mulder pretende evidenciar lo falso. Aunque escrita en 1934, esta novela, nos retrata una realidad de lo más actual. Cada vez son más las Patricias que toman las calles gritando con fuerza para dar testimonio de un estado político y social que se disfraza de justo, equitativo, paritario, pero cuya hipocresía se descubre en cada asesinato por violencia de género, en cada agresión sexual, laboral, cotidiana… Casi un siglo separan a la mujer de hoy de la protagonista de Una sombra entre los dos, un siglo que, tal y como nos revela su autora, parece definirse más que por cien años, por un próximo ayer.